-Papá, encontré un grillo.
-¿Un
grillo?
-Sí,
y le falta una patita.
-¿Cómo
que le falta una patita, qué hiciste?
-Se
le cayó sola. Y es mi amigo.
-¿Tú
amigo? ¿Y cómo se llama?
-Mac.
-¿Mac?
¿ Macgrillo?
-Sí.
Sacó un papel toalla.
-Esta va a ser su casita. Pero tiene frío.
Arranqué un pedacito de papel toalla y se lo
di.
-Toma, para que lo arropes.
Vi
que se va para el lado donde tiene los juguetes, me desentendí de lo que estaba
haciendo. Al rato llegó todo compungido.
-Papá, te tengo una mala noticia.
-¿Qué
le pasó al grillo?
-Fue
un accidente, es que traté de ponerlo en el carrito para que lo guiara, pero se
quedó atrapado con la puerta.
-No
pasa nada, los accidentes ocurren. Tráelo para enterrarlo.
Salió para buscarlo. Regresó.
-Papá, no fue un accidente.
-¿Qué
pasó?
-Que... que... que lo aplasté con el carrito.
-Chico, hay que cuidar a los animales y a los
insectos, menos a las cucarachas... no podemos hacerles daño, hay que
cuidarlos.
-Está bien, papá, no lo vuelvo a hacer.
¡Pobre grillo!
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