miércoles, 15 de agosto de 2012

Grillo

El Saltimbanqui llega así todo emocionado y me dice:

 -Papá, encontré un grillo.
 -¿Un grillo?
 -Sí, y le falta una patita.
 -¿Cómo que le falta una patita, qué hiciste?
 -Se le cayó sola. Y es mi amigo.
 -¿Tú amigo? ¿Y cómo se llama?
 -Mac.
 -¿Mac? ¿ Macgrillo?
 -Sí.
Sacó un papel toalla.
 -Esta va a ser su casita. Pero tiene frío.
 Arranqué un pedacito de papel toalla y se lo di.
 -Toma, para que lo arropes.
 Vi que se va para el lado donde tiene los juguetes, me desentendí de lo que estaba haciendo. Al rato llegó todo compungido.
 -Papá, te tengo una mala noticia.
 -¿Qué le pasó al grillo?
 -Fue un accidente, es que traté de ponerlo en el carrito para que lo guiara, pero se quedó atrapado con la puerta.
 -No pasa nada, los accidentes ocurren. Tráelo para enterrarlo.
Salió para buscarlo. Regresó.
 -Papá, no fue un accidente.
 -¿Qué pasó?
 -Que... que... que lo aplasté con el carrito.
 -Chico, hay que cuidar a los animales y a los insectos, menos a las cucarachas... no podemos hacerles daño, hay que cuidarlos.
 -Está bien, papá, no lo vuelvo a hacer.
¡Pobre grillo!




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