domingo, 23 de septiembre de 2012
El sapo
El Saltimbanqui estaba en el patio.
-Papá, hay un sapo.
-¿Un sapo?
-Sí, un sapo. Mira, ven...
-"Había un sapo, sapo, sapo, que cantaba en el río, río, río..."
-No se mueve.
-Déjalo quieto, ya mismo se va.
-Papá, no tiene ojos...
-¿Cómo que no tiene ojos?
-Ni boca.
-Vente para acá.
Veo que busca el recogedor y va directito a donde está el sapo.
-Chico, no lo molestes.
-Papá, explotó el sapo.
Voy corriendo.
-Saltimbanqui, que eso no es un sapo. ¡Es un aguacate podrido!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)