La mamá le preguntó al
Saltimbanqui si quería desayunar.
-No mamá, voy a desayunar en
casa de papá.Llegó y le hice desayuno.
Por la tarde, me pongo a
cocinarle.
Ven papá, vamos a jugar.
-Ajá, si juego contigo, ¿quién
cocina?
-Mamá cocina.
-¿Qué mamá nos va cocinar, a
los dos?- Conteniendo la risa.
-Sí.
-Pues llámala. Si ella nos
cocina, yo juego contigo.
La llamó.-Mamá, que nos cocines.
Al otro lado del celular intuyo
la carcajada. Así que terminé de cocinar. Le hice unas papitas con un filetito
de Dorado en mantequilla y ajo.
Nada mal para un padre que está
de madre.
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