miércoles, 30 de septiembre de 2009

Elocuencia

Tan pronto la bibliotecaria supo que en el Sistema de Educación Pública, iban a prohibir ciertos libros, se indignó. La censura, no importa como la disfrazaran, le causaba náuseas. ¿Cuánta sangre se ha derramado para que hoy disfrutemos de libertad de expresión? ¿Por qué se siguen censurando libros que son parte de la grandeza literaria de nuestra América? ¿Hasta cuándo nos van a seguir sumiendo en la ignorancia? Se preguntaba esto mientras andaba de lado a lado por la biblioteca, con su paso lento, es caminar que la caracterizaba y que tanta burla se ganó de los estudiantes imberbes.
En esta ocasión decidió no manifestar su enojo. Con los años había aprendido que hay gestos que son más elocuentes que las pataletas. Sin ruidos ni aspamientos, sacó los libros prohibidos de las estanterías y los colocó en una mesa a la vista de todos los curiosos estudiantes con una nota que decía: “Decide tú si ameritan sacarse del currículo. No dejes que nadie piense por ti”.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Semblante

Descubrí que lo que me causa estos cambios en el estado de ánimo no es la soledad: es el cansancio. El poco dormir y el mucho trabajar me altera el humor, deambulo hipersensible y quedo terriblemente vulnerable. Anoche, después de tanto tiempo, por fin pude dormir bien por eso hoy tengo mejor semblante.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Fotografía

Me detuve a mirarla en silencio unos instantes. Allí estaba ella terminando un dibujo. Esa mujer me causa una fascinación que todavía no comprendo bien. No sé si es por cómo se ríe o por el cómo me habla , o por cómo me observa, pero me seduce y cautiva de una manera distinta, casi sin esforzarse, como un aroma que llega sin avisar. Aguardo por el momento correcto para poder confesárselo.
Con su mano derecha se acomodó el pelo sobre sus hombros y continuó concentrada en los trazos sin notar mi presencia.
-Estás como para tomarte una foto... le susurré para no sobresaltarla.
Me miró coqueta, y me sonrió como si estuviera esperando mi llegada.
-Tómala, ¿qué estás esperando?

domingo, 6 de septiembre de 2009

Bajo la lluvia

Cuando la primera gota gorda de lluvia le reventó en la cara entendió que era hora de que su hijo se diera su primera gran mojada. Pero el temor infundado por madres histéricas de que eso lo podría enfermar, lo contuvo. De chico esa era su diversión favorita: correr bajo la lluvia, el salpicar los charcos y construir represas de fango en las cunetas. Le entristecía que su hijo se estuviera perdiendo lo que verdaderamente importa en la vida: las cosas simples. No entendía porque en estos tiempos de planes médicos accesibles, de pediatras en cada esquina, de medicinas que no necesitamos, una simple lluvia causara tanto temor. Así que mandó al diablo a tanta ave de mal agüero y junto a su hijo brincó bajo la lluvia.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Vivir en la mentira

Tengo la mala costumbre de idealizar a las personas. Veo virtudes donde no las hay. Por eso cada vez que hablamos se me hace más claro que te conozco menos. Te me haces más difusa, más evasiva y más lejana. Toda una vida juntos, en la que te amé por lo que pensaba que eras. Y ahora resulta que no eres lo que creía o quizás nunca lo fuiste. La ilusión se me escapa de entre los dedos como agua de lluvia.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Éxitos

De que me vale tener éxitos profesionales si no tengo con quien compartirlos.