miércoles, 15 de agosto de 2012

Dar palos


Vi al Saltimbanqui con un palo en el momento que le iba a dar a uno de sus carritos.
-No puedes romper todos tus carritos. Eso me cuesta dinero y nosotros no somos ricos.

-Pero yo no voy a romper todos mis carritos, sólo éste que está roto.
-Está bien...-le dije con un dejo de resignación.                              

- ¿Puedo romperlo?                               
 -Rómpelo, qué remedio!

-Mira papá, le estoy dando duro. Mira, rompí el cristal.
Al rato trajo otro carro para repetir el ritual con el palo.

-No puedes romper más ninguno- le dije con firmeza.
-Es que me dijo una mala palabra- dijo para justificar.

-¿Y por eso vas a romperlo?
-Sí.

-No inventes.
Válgame, si él va romper algo cada vez que hable malo, estaré cogiendo palos a cada rato.

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