sábado, 16 de febrero de 2013

Empanada

En una visita relámpago con el Saltimbanqui al Viejo San Juan, compré unas empanadas argentinas y nos fuimos los dos a la Plaza Colón a comer. El Saltimbanqui se puso la bolsa en las piernas y ahí puso su empanada. Me dio mucha paz estar ahí con él, como si el tiempo fuese nuestro complice. Yo me puse a mirar a los que pasaban y también lo observaba comer. Me hace tan feliz su compañía, es tan par...ecido a mi, es tan diferente a mi. Por un momento me sentí que estabamos en el país que todos soñamos que Puerto Rico se convierta. Los dos comimos en silencio y sin prisa, pero con la certeza de que siempre disfrutamos el estar juntos, que esos instantes son los más trascendentales de la existencia. Compartimos el agua, la comida y la vida...

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